29.4.06

Boricuada #2

Hace unos años, en temporada previa a las campañas de elecciones, mi esposo recibió una invitación de un cliente para una actividad del Partido Popular. En la misma iban a presentar al nuevo candidato a la gobernación, Aníbal Acevedo Vilá, ahora gobernador. La actividad era en el Ritz-Carlton San Juan Hotel (que no sé por qué le ponen San Juan, si en realidad queda en Carolina... ¿Para darle caché?). No nos gusta meternos en cuestiones de política, pero si es pa' cacheantear, el boricua siempre dice presente.

Llegamos a la actividad y eso estaba tepe a tepe. En el lobby nos chequearon las invitaciones. Nos dirigimos al ballroom donde se celebraría la actividad, en el segundo piso. Subíamos la escalera junto a un centenar de personas, y eso no se movía. Demasiada gente... Era increíble. ¿A quién se le ocurrió invitar tanta gente a un lugar tan pequeño? Eso es un peligro. Si llegaba a desatarse un fuego, seguro moríamos carbonizados...

Todo el mundo estaba en sus mejores tules, pero como había tanta gente, el aire acondicionado no se sentía, y estábamos to's sancochao's. Como sardinas enlatadas, pero peor que en la boricuada anterior.

Llegamos arriba y el ballroom estaba repleto. Todas las mesas ocupadas, por supuesto, y los alrededores llenos, hasta los pasillos, la terraza y los balcones. La música estaba muy buena. La gente se amontonada frente a las puertas del ballroom, que estaban abiertas de para en par, para ver un poquito del show, aunque fuera de pie. No recuerdo quién cantaba, pero me pareció que era Gilbertito Santarosa (o alguien que lo imitaba muy bien), pero no lo pudimos ver. Es que eso estaba tan lleno y el calor era tan insoportable que nos salimos a la terraza para poder refrescarnos un rato, y de allí había que conformarse con escucharlo. Pero la noche estaba bastante calurosa, y en la terraza no resolvíamos el problema del calor. Era desesperante la multitud que había... A uno le daban ganas de salir corriendo.

Le preguntamos entonces a uno de los bartenders que servían bebidas frente al ballroom si conocía cuál era la agenda. Nos explicó que la Gobernadora Sila María Calderón no había llegado todavía pero que la esperaban en cuestión de media hora. No resistimos el calor y la multitud y decidimos bajar al lobby a tomarnos algo y coger un poco de fresco en lo que la gobe llegaba. Además, no había dónde sentarse, mis tacos me estaban matando, y ya estábamos a punto de sentarnos en el piso.

Bajando, vimos que todavía había gente subiendo por la escalera, haciendo fila como si estuvieran regalando chavos. En el lobby había una barra con un pequeño lounge, y nos sentamos a tomarnos un trago. La temperatura estaba súper agradable. Al fin, fresco y descanso para los pies... Estábamos sentados cerca de la entrada del hotel y casi al pie de la escalera. De ahí podíamos estar pendientes a la llegada de la gobernadora para entonces subir y disfrutar un rato de la actividad.

Al rato, entraron al lobby como 5 guardaespaldas de la gobe, todos vestidos en traje negro. "Men-in-black", les apodamos. Estaban chequeando los alrededores, como hacen en las películas los del Secret Service con la llegada del Presidente a cualquier evento. Entonces entran otros men-in black, 4 ó 5 más, y se acomodan todos casi como escolta de los marines. Nos dimos cuenta entonces que la gobe llegaba y nos paramos cerca de ellos. El resto de las personas que se encontraban en el lobby hicieron lo mismo, y en cuestión de segundos, se amontonó toda la gente. La gobernadora entró con un montón de personas, entre ellas las hijas, el novio de turno (o esposo, pues no recuerdo si ya se habían casado) Cantero Frau, Aníbal Acevedo Vilá, y otros candidatos, todos con sus respectivos piojos pega'os. En fin, demasiada gente pa' los pocos men-in-black poder manejar.

Frente a la flota de gente que trajo la gobernadora, habían algunos men-in-black abriendo paso, mientras otros mantenían a la plebe al margen, pa' que no se colaran. Pues nosotros pusimos nuestra cara de políticos, con una sonrisa plasmada en la cara, y saludamos a un fulano y a quién parecía ser su esposa (no sabíamos quiénes eran, pero lo importante era que andaban con Sila), con besos, abrazos y todo, como si nos conocieran de toda la vida. Acto seguido, nos metimos detrás de ellos, y los men-in-black no se dieron cuenta. Y cogimos pon detrás de ellos como detrás de una ambulancia en medio del tapón. Los men-in-black nos abrían paso a nosotros también, ¡hasta nos protegían de la multitud! La gente saludaba a todos los políticos de la flota, dándoles la mano, besos y abrazos, y aquí lo mejor: ¡A nosotros también! ¡Increíble! Nosotros que no teníamos nada que ver con el asunto, y hemos cogido besos a todo dar de cuanto desconocido había en el revolú ese. (Para que vean cómo es la gente, que nos besaban y abrazaban sin conocernos... Así mismo parece que ejercen su derecho al voto...) Parece que la cara de políticos nos quedó bastante bien... Los men-in-black continuaban manteniendo la flota en constante movimiento, y en un ratito llegamos al ballroom.

Cuando llegamos a la puerta del ballroom, pensamos en quedarnos ahí con toda la gente que se había amontonado en los pasillos. Como que nos fuimos deteniendo y dejábamos pasar a los verdaderos políticos, cuando uno de los men-in-black nos dice: "¡Pasen! No se detengan... ¡Pasen rapidito!" Y como dicen por ahí, "si me invitan voy, y si me gusta me quedo". Así que, nosotros, pues... ¡seguimos!

Nos escoltaron con la flota dentro del ballroom, y en las mesas vimos muchos más políticos, artistas, y otras personalidades de las que se ven a cada rato en la prensa. Llegamos hasta la tarima. Todos subieron con la gobe, pero nos volvimos a detener. Y otro men-in-black viene y nos dice que subamos con el resto, pero le dijimos que nos quedábamos allí en el pie de la tarima porque ya estaba muy lleno arriba. En realidad teníamos miedo de que nos descubrieran. Si alguien se daba cuenta, mejor que fuera abajo y no en la tarima frente a todo el mundo. Felizmente, el men-in-black no sospechó nada y se fué.

Desde ahí disfrutamos de toda la actividad, en primera fila y con aire acondicionado (en al ballroom sí se sentía). Eso parecía un party y no un baboso discurso político. ¿Los highlights del show? Presentaron a Aníbal como candidato a la gobernación (wow *bostezo* , gran cosa...) y a la multitud se le salió lo de cafre gritándole Sila "¡Beso! ¡Beso! ¡Beso!", hasta que se besó en la tarima con Cantero Frau... (Aaaghh! ¡Qué espanto!)

¡Ay! Bah... ¿Qué importa? Era eso, o coger
"chinos" con la plebe sancochá que se quedó afuera... :oP

26.4.06

El costo de la vida

Escuchaba la canción de Juan Luis Guerra, "El costo de la vida", y pensé que parecía estar escrita para nosotros, para nuestro ahora, y no para su tierra, hace más de 10 años. La canción es del 1992, y las cosas en la República Dominicana, si no es que siguen igual que entonces, están peor.

Acá no estamos lejos... La encuentro perfecta para la primavera que estamos viviendo. Añadiría al vídeo varias imágenes de nuestro diario vivir. Y si sólo fuera posible desenchufar a los políticos como al final del vídeo...

Estamos en el 2006, y ésta canción parece que está acabadita de sacar del horno...




El costo de la vida sube otra vez
el peso que baja ya ni se ve
y las habichuelas no se pueden comer

ni una libra de arroz ni una cuarta de café

a nadie le importa qué piense usted

será porque aquí­ no hablamos inglés

ah, ah, e' verdad... ah, ah, e' verdad... ah, ah, e' verdad..

do you understand?

do you? do you?


y la gasolina sube otra vez

el peso que baja ya ni se ve

y la democracia no puede crecer

si la corrupción juega ajedrez

a nadie le importa qué piensa usted

será porque aquí­ no hablamos francés

ah, ah, vous parlez? ah, ah, vous parlez? ah, ah, vous parlez?
ah, ah, nomonsieur...


somos un agujero en medio del mar y el cielo

500 añs después

una raza encendida

negra, blanca y taí­na pero

quién descubrió a quién..


ay y el costo de la vida

eh, ya ves, pa'riba tu ves

y el peso que baja

eh, ya ves, pobre ni se ve

y la medicina

eh, ya vess, camina al revés

aquí­ no se cura

eh, ya ves, ni un cayo en el pie

aquí­ i qui i qui

eh, ya ves, aquí i qui e


y ahora el desempleo

eh, ya ves, me mordió también

a nadie le importa (eh, ya ves) noo

pues no hablamo' inglés

ni a la mitsubishi (eh, ya ves) ni a la chevrolet


la corrupción pa'rriba

eh, ya ves, pa' riba tu ves

y el peso que baja

eh, ya ves, pobre ni se ve

y la delicuencia

eh, ya ves, me pilló otra vez

aquí­ no se cura

eh, ya ves, ni un callo en el pie

aquí­ i qui i qui

eh, ya ves, aquí i qui e


y ahora el desempleo

eh, ya ves, me mordió también

a nadie le importa (eh, ya ves) nooo

pues no hablamo' inglés

ni a la mitsubishi (eh, ya ves) ni a la chevrolet


la recesión pa'rriba

eh, ya ves, pa'riba tu ves

y el peso que baja

eh, ya ves, pobre ni se ve

y la medicina

eh, ya ves, camina al revés

aquí­ no se cura

ni un cayo en el pie

aquí­ i qui i qui
eh, ya ves, aquí i qui e

y ahora el desempleo

eh, ya ves, me mordió también

a nadie le importa (eh, ya ves) nooo

pues no hablamo' inglés

ni a la mitsubishi (eh, ya ves) ni a la chevrolet

25.4.06

Hotel El Capitolio

Hay que hablar del tema porque no queda más remedio... El cierre del gobierno. A la verdad que vamos de mal en peor. Pero como buena ciudadana, propongo remedios.

Que vendan el Capitolío (no, no es un typo), que dicen por ahí que está valorado en cientos de millones de dólares. Con eso cuadramos el déficit. ¡El fin de la crisis fiscal! Que se lo vendan a una cadena hotelera y lo conviertan en un fabuloso hotel de 5 estrellas. "Hotel El Capitolio". (Le quitamos el acento pa' darle caché y borrar de nuestra memoria cuanto lío se formó allí.)

A los legisladores que se vayan a trabajar desde la casa, si total, no hacen na', así que no necesitan oficinas. No, mejor aún, que los boten a todos como bolsa y usen sus salarios para pagarle el sueldo a los trabajadores del pueblo. Así evitamos el
cierre del gobierno, mantenemos las escuelas abiertas, y los populares no tendrán que donar sus salarios (yeah, right... as if!).

22.4.06

Boricuada #1

Recién casados, de luna de miel, hicimos una escala en New York, y nos quedamos 2 noches para conocer la ciudad. Hicimos una visita puramente turística, visitando el World Trade Center (las Torres Gemelas) y la Estatua de la Libertad, lo único que nos alcanzó para hacer en un día.

En la Estatua de la Libertad había una fila descomunal. Era verano y el calor era insoportable. Como buenos turistas enfiebra'os, queríamos llegar hasta arriba, hasta la corona. Hicimos fila como por una hora fuera de la estatua. Y adentro, la cosa era peor.

Por lo menos en el interior de la estatua estaba más fresco, pero estábamos como sardinas enlatadas. Habían dos escaleras; una para subir y otra para bajar, una al lado de la otra, que conducían hasta la plataforma. Todo el mundo estaba amontonado, haciendo fila, subiendo la escalera a un escalón por minuto.

Era desesperante. La escalera que subía se desbordaba, mientras que la que bajaba, directamente al lado, estaba completamente vacía. Bajaban dos o tres personas de vez en cuando, a las millas, casi haciéndonos burla... La escalera que bajaba nos tentaba...

Entonces le digo a mi esposo: "Ay, si pudiéramos subir por ahí... Brincamos las barandas y subimos por esa escalera... ¡Llegaríamos en nada...!"

Mi esposo se recuesta de la baranda y se asoma por la escalera. Entonces con una sonrisa de oreja a oreja me mira con ojos traviesos y me dice: "¡Dale, vamos!"

No resistimos la tentación y brincamos las barandas. Nos fuimos en contra del tránsito, subiendo las escaleras con un ataque de risa, como niños chiquitos haciendo travesuras...

Llegamos a la plataforma. "Yes!", gritamos. Pero nuestra emoción duró como dos segundos, pues de la nada salieron a recibirnos dos guardias de seguridad... "Where do you think you are going?", preguntaron. "Erm... To the platform", respondimos con cara de lechuga. "I don't think so..." nos dijo uno de ellos, y luego de un regaño por habernos colado, nos botaron. Nos escoltaban a la escalera cuando les dije: "Wait, wait, wait!"

Boricuada al fin, el "ay bendito" tenía que salir en algún momento... "Can we take a look around first?", les pregunté. "Make it quick", respondieron.
Escoltados por lo guardias, dimos la vuelta, echamos un vistazo, tomamos una foto, y nos llevaron hasta la salida.

Ya no íbamos a poder subir hasta la corona... ¡Nos botaron como bolsa! Pero algo es algo, y pues... Esa fue nuestra visita a la Plataforma de la Estatua de la Libertad.

20.4.06

Cuento Abigail #3

El primer semestre de prepa, en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, tenía el peor programa de clases. Los lunes, miércoles y viernes salía de Estudios Generales a las 8:50 AM y mi próxima clase no era hasta las 3:00 PM en Ciencias Naturales. Los martes y jueves eran cargadísimos, con todas las clases back-to-back. Algunos de los del grupito también tenían semejante disparate en su programa, y a veces nos encontrábamos para almorzar juntos o matar el tiempo, si es que no estábamos estudiando.

Pues en una ocasión, saliendo de Generales, me encuentro a Wendy.

"Hey, ¿qué haces?" le pregunté.

"Ay, chica, pues nada. No tengo clases hasta las 2:30. Me voy pa' Plaza a matar el tiempo", contestó. "¿Quieres venir?"

"Pues yo estoy libre también. Me voy contigo", le dije. "¿Tienes carro? Yo estoy a pie."

"No, pero vámonos en guagua", me dijo.

"Ok. Cool! Vamos".
Pues nos fuimos caminando desde Estudios Generales hasta la entrada principal del campus, para esperar la guagua en la parada de la Ave. Ponce de León. Vale mencionar que la caminata toma unos 10 minutos.

En el camino nos encontramos con Pablo. Nos preguntó sobre nuestros planes, porque él también estaba libre, y se unió al grupo. Más adelante nos encontramos a otro amigo de Wendy, que también se apuntó en la jugada.

Entonces nos encontramos con Abigail (recuerden su voz peculiar).

"¡Hola! ¿Para dónde van?", preguntó.

"Nos vamos a Plaza a matar el tiempo." Le contesté. "¿Tienes clases ahora?"

"No. Estoy libre hasta las 2:30 PM", dijo.

"¡Vente con nosotros!", le dijo Wendy.

"¡Ay, sí! ¡Vamos!", dijo Abigail emocionada, y continuamos nuestro camino.

Llegamos a la parada. Pasaron 30 minutos, y la guagua no llegaba.

"¿Pero por qué no llegará la guagua?", preguntó Wendy molesta.

"¡Ay, sí! Se está tardando demasiado", dice Abigail.

Todos estábamos desesperados. La odisea ya nos había quitado 40 minutos. Hacía un calor insoportable, como siempre hace en agosto. Pero seguimos esperando.

Pasaron unos 10 minutos más. La guagua todavía no llegaba. Ya estábamos de mal humor... Entre la caminata, la espera y el calor, no nos soportábamos a nosotros mismos.

Entonces Abigail dice:

"Ay... Nos hubiéramos ido en mi carro..."

¬¬

17.4.06

Cuento Abigail #2

Continúo con nuestro año de prepas en la UPR. Estábamos haciendo el experimento de genética de Mendel, el de las moscas, para la clase de Ciencias Biológicas. Nos dividieron en grupos. A Abigail, a Wendy y a mí nos tocó trabajar juntas.

Nos habíamos puesto de acuerdo en encontrarnos en el laboratorio para contar la primera generación de moscas. Pero tuve un inconveniente y no iba a poder asistir. El problema era que yo tenía las moscas conmigo, y sin las moscas no podían hacer nada. Así que llamé a Wendy tempranito en la mañana, como a las 6:30 AM (lo que había que hacer para conseguir a la gente cuando los celulares no formaban parte de nuestras extremidades), y le dije que mejor nos encontráramos al día siguiente. Le pedí también que le avisara a Abigail.

Al día siguente, nos encontramos frente al laboratorio. Abigail estaba con la cara montá. Hicimos el trabajo, y de hecho, nos demoramos muchísimo. Abigail se quejaba por cualquier cosa. Que si "esperamos demasiado", que si "qué revolú de moscas", que si "hubiésemos empezado ayer y hoy no tendíamos tanto trabajo"... En fin, la tierna Abigail estaba de mal humor.

Cuando terminamos, quedamos en reunirnos nuevamente para ir preparando el informe de laboratorio. Saliendo del lab, caminando por los pasillos, Abigail toma la palabra y nos dice en tono de regaño (recuerden su voz peculiar):

"Nos vemos mañana y ¡SIN FALTA! ¿Oyeron? Ya dejen de estar comiendo gofio y cojan responsabilidad, que ésto hay que entregarlo bien hecho. ¡Vamos a trabajar y a hacer las cosas bien! ¿Entendido?"

Ay, Padre... Parecía que se le había metido un monstruo por dentro, porque estaba bien molesta...

"Sí, Abigail, no te preocupes", le dijo Wendy.

"Mira, mala mía que no pude venir", le explicaba yo, "pero fué algo que se me presentó a última hora. No fué por irresponsabilidad."

"Está bien", contestó Abigail. "Que no se repita, por favor", añadió.

Al rato, caminando por la rampa, saliendo del edificio, Abigail pregunta:

"¿Qué es gofio?"

14.4.06

Cuento Abigail #1

Leyendo a Blue, me fuí en un trip nostálgico y caí en Anecdote Mode...

Cuando era prepa en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, tomaba todos los cursos básicos con el mismo grupito de panas. Entre ellos, estaba Abigail.

Abigail era una genuina newyorican, con un español bueno, pero medio patea'o. Bien humilde, tremenda persona. Todos la queríamos un montón, pero nos reíamos muchísimo, hasta nos burlábamos en ocasiones, de sus ocurrencias. Era hasta famosa, sin ella saberlo. Todos teníamos amistades que no conocían a Abigail, pero se mondaban de la risa cada vez que veníamos con un cuento de ella. Si la gente estaba haciendo chistes, me pedían un "Cuento Abigail". Creo que ella nunca se enteró de su "popularidad".


Abigail tenía una voz bien aguda, pero bajita, suavecita, como que tierna e inocente. A eso, súmenle su acento newyorican. Cuando hacíamos un Cuento Abigail, había que imitar la voz también. Era parte de la gracia.

Pues les hago un Cuento Abigail:

En la clase de Español, estábamos leyendo un cuento. La profesora, que era súper seriota, manda a Abigail a leerlo en voz alta. (Recuerden su peculiar voz.) Abigail comienza a leer.

"Y todo estaba sombrio..." (No puso la fuerza de pronunciación en la i, sino en la primera o.)

"Sombrío, Abigail, no sombrio", la corrige la profesora.

"Perdón, profesora, sombrío, ji, ji..."

"Continúe", le ordena la profe.

"Ok. Y todo estaba sombrio...". (Vuelve a cometer el error.)

"SOMBRÍO", corrige la profesora.

"Ay, perdón, profesora... Sombrío..."

"Otra vez... Continúe." Ya la profesora se veía algo molesta.

"Ok. (Respira profundo...) Y todo estaba sombrio..." Todo el salón abre la boca a reír.

"¡Abigail!", le dice molesta la profesora. "¡SOMBRÍO!"

"Perdón, profesora...", le dice bien nerviosa la pobre...

"¡Concéntrese!", dice la profesora perdiendo la paciencia.


Todo el salón se estaba riendo. El grupo se silenció, en espera de ver si al fin lo leía bien. Abigail respira profundo una vez más.

"Y todo estaba sombrío..." (¡lo dijo bien!).

Inmediatamente el muchacho que estaba sentado detrás de ella le dice "sombrio" (pronunciándolo mal).

Y Abigail, asustada dice:


"¡Ay, perdón! ¡Sombrio!"

13.4.06

El Pato Tour y la casa más estrecha del mundo

En un esfuerzo por hacer algo diferente, mi esposo y yo nos montamos en la guagua híbrida de Captain Duck Tours. "El Pato Tour", lo apodamos. El tour incluye un paseo por Condado (al cual la guía curiosamente llamaba el Beverly Hills de Puerto Rico ¬¬) y también un paseo en el agua, desde donde se puede apreciar una vista diferente del Viejo San Juan.


En realidad lo que queríamos era ver cómo rayos la guagua ésta se podía tirar al agua y navegar como cualquier lancha. Pero gozamos un montón con la guía, todo un personaje... Infiltraba un chiste entre cada dato histórico, terminaba todas las oraciones con un "bendito sea el Señor", es cantante de opera, y una jueza del Tribunal Supremo canta con ella en el coro. La chica hasta nos dió una muestra de su galillo cantándole Cumpleaños Feliz a un niño que participaba del tour. Así que el Pato Tour cuenta con entretenimiento en vivo y todo...

Desde el agua, tomamos fotos del Capitolío (no no es un typo... esa es la Casa de los Líos)...

...y del Palacio de Santa Catalina, La Fortaleza. Qué diferente se ve desde el agua...


Y mi favorita. Una foto de la casa (¿o será apartamento?) más estrecha del mundo, según nuestro personaje de guía. Ella dice que lleva 5 años en el Guinness World Records. Esté en el Guinness o no (que BTW no lo encontré), la casa ésta mide aproximadamente 5 pies de ancho. Fuimos hasta allá y lo comprobamos. No me la imagino por dentro... ¿La pueden identificar en la foto?

Bueno, los ayudo con un close up...



12.4.06

Life Lessons

I've learned that no matter what happens, or how bad it seems today, life does go on, and it will be better tomorrow.

I've learned that you can tell a lot about a person by the way he/she handles these three things: a rainy day, lost luggage, and tangled Christmas tree lights.


I've learned that regardless of your relationship with your parents, you'll miss them when they're gone from your life.


I've learned that making a "living" is not the same thing as "making a life."


I've learned that life sometimes gives you a second chance.


I've learned that you shouldn't go through life with a catcher's mitt on both hands; you need to be able to throw some things back.


I've learned that whenever I decide something with an open heart, I usually make the right decision.


I've learned that even when I have pains, I don't have to be one.


I've learned that every day you should reach out and touch someone.

I've learned that people love a warm hug, or just a friendly pat on the back.

I've learned that I still have a lot to learn.


I've learned that people will forget what you said, people will forget what you did, but people will never forget how you made them feel.

-Maya Angelou
The Oprah Winfrey Show


You have to let go of your past so you can have a future.
-Sid
Ice Age 2

10.4.06

Audi + MC Escher = Genius

















"Relativity", 1953, MC Escher


MC Escher es uno de mis artistas favoritos. Sus dibujos son una mezcla de ilusión óptica, geometría e imaginación. Nunca comencé un curso de geometría sin motivar a mis estudiantes con una unidad de ilusión óptica.

Recientemente me crucé con un post de Vurdlac en donde comentaba de este anuncio de Audi. El automóvil se mueve en un mundo inspirado en Escher, con columnas, paredes y pistas que parecen no existir en el plano en el que las percibes, todos temas típicos de sus obras. Interesante uso de la ilusión óptica. Genial.




3.4.06

Ví la luz... pero quedé en la oscuridad

La batalla contra la infertilidad había sido larga. Pero poco a poco íbamos ganando terreno. Pensaba que ahora venía lo mejor. La esperanza. Poder ver la luz al final del túnel. Y mucha emoción. Ya estábamos tan cerca de lograr nuestro deseo de ser padres...

Ahora se nos interpone otra batalla. Nuestros sueños quedan suspendidos...

Luego de haber visto la luz, alguien vino del final del túnel y me dió un paquete y me dijo: "Por favor, regrese por donde vino. Resuelva ésto primero". Entonces dio media vuelta, cerró una inmensa puerta, y quedé en la oscuridad...