(Primera parte aquí.)
"Y, ¿esos granitos? ¿Qué es eso? ¿Arroz?" - preguntó mi esposo espantando las moscas que salían del carro.
"¡Arroz no, canto e' anormal...! ¡Eso son pupas...! ¡De los mismos gusanos! - le explicó J. Había un ciclo completo de la mosca frutera en el baúl del carro. Larvas, pupas, moscas...
"¡Aaaaaaaggghhhh! ¡Fooooo! ¡Qué asco!" - gritaba mi esposo.
Entre "Fo esto" y "Fo lo otro" cogieron el pollo y lo botaron. Sacaron la alfombra del baúl y la sacudieron, para sacarle los gusanos y el "arroz"... Pero la alfombra se quedó mojada con el "juguito" del pollo... YUCK!
No podían hacer más nada por el momento y se fueron a trabajar.
Horas más tarde llegó mi esposo a su oficina. Se acomoda en su escritorio y en eso viene un compañero de trabajo a preguntarle algo. Están conversando, sólo por unos segundos, cuando el muchacho frunce el rostro...
"Fo... Aquí huele a perro muerto" - le dice a mi esposo. El tipo huele su alrededor, dando vueltas (como los Kahlúa y los vecinos) buscando el origen de la peste. "¿De donde viene esa peste?" - preguntó confundido. Mi esposo se hizo el loco y no le dijo nada.
Cuando se fué, a mi esposo se puso a oler sus cosas y al coger su maletín, que había permanecido una en el interior de su carro desde el martes pasado (una semana)... ¡BINGO! Estaba apestoso. "¡Maldito pollo!" - exclamó. Ya tenía la oficina apestada.
En eso me llamó y me contó todo. Yo estaba que me meaba de la risa. Le dije que le echara algo al carro mientras tanto, que después lo mandábamos a lavar.
Cuando salió a almorzar, se metió en una gasolinera para comprar de las pastillas de esas que son para darle olor al carro. "Una no me va a resolver" - pensó. Así que compró todas las que encontró. Eran de olor a cherry.
Cuando fué a pagar, el muchacho de la caja se ríe y le pregunta "Qué es, ¿que te apesta el carro?" A lo que mi esposo le contesta "No tienes idea..." Y allá se fué, como quien siembra semillas, a regar las pastillas por todo el carro.
A la tarde se presentó en mi oficina. A su paso la gente se tapaba la nariz. El gesto de fruncir el rostro ya le era familiar al Macareno. El pobre iba dejando la estela de peste, esta vez de olor a pollo podrido con cherry (deberíamos patentizarlo). Por donde quiera que se movía, allá la peste lo seguía.
Me fué a saludar, y entonces descubrí la magnitud del problema. Se le había impregnado la peste en su ropa.
"Mi amor, APESTAS" - le dije.
"I KNOW! Y ahora, ¡¿qué hago!? - me dijo frustrado. La expresión que tenía en la cara valía un millón de pesos. "¡Todo lo que meto en el carro apesta! ¡Está cabrón! ¿Qué voy a hacer con el carro ahora?"
"Cámbialo por otro" - le sugerí.
El carro de mi esposo era un alquiler mensual de Popular Leasing. La compañía donde trabajaba se lo proveía. En teoría, lo que tenía que hacer era cambiar el carro por otro y sacarse la maldición de encima.
"No voy a devolver el carro así... Qué vergüenza..." - me dijo.
"Bueno, pues llévalo mañana a darle un champú. Esto tiene que tener alguna solución" - le dije esperanzada.
"Y, ¿esos granitos? ¿Qué es eso? ¿Arroz?" - preguntó mi esposo espantando las moscas que salían del carro.
"¡Arroz no, canto e' anormal...! ¡Eso son pupas...! ¡De los mismos gusanos! - le explicó J. Había un ciclo completo de la mosca frutera en el baúl del carro. Larvas, pupas, moscas...
"¡Aaaaaaaggghhhh! ¡Fooooo! ¡Qué asco!" - gritaba mi esposo.
Entre "Fo esto" y "Fo lo otro" cogieron el pollo y lo botaron. Sacaron la alfombra del baúl y la sacudieron, para sacarle los gusanos y el "arroz"... Pero la alfombra se quedó mojada con el "juguito" del pollo... YUCK!
No podían hacer más nada por el momento y se fueron a trabajar.
Horas más tarde llegó mi esposo a su oficina. Se acomoda en su escritorio y en eso viene un compañero de trabajo a preguntarle algo. Están conversando, sólo por unos segundos, cuando el muchacho frunce el rostro...
"Fo... Aquí huele a perro muerto" - le dice a mi esposo. El tipo huele su alrededor, dando vueltas (como los Kahlúa y los vecinos) buscando el origen de la peste. "¿De donde viene esa peste?" - preguntó confundido. Mi esposo se hizo el loco y no le dijo nada.
Cuando se fué, a mi esposo se puso a oler sus cosas y al coger su maletín, que había permanecido una en el interior de su carro desde el martes pasado (una semana)... ¡BINGO! Estaba apestoso. "¡Maldito pollo!" - exclamó. Ya tenía la oficina apestada.
En eso me llamó y me contó todo. Yo estaba que me meaba de la risa. Le dije que le echara algo al carro mientras tanto, que después lo mandábamos a lavar.
Cuando salió a almorzar, se metió en una gasolinera para comprar de las pastillas de esas que son para darle olor al carro. "Una no me va a resolver" - pensó. Así que compró todas las que encontró. Eran de olor a cherry.
Cuando fué a pagar, el muchacho de la caja se ríe y le pregunta "Qué es, ¿que te apesta el carro?" A lo que mi esposo le contesta "No tienes idea..." Y allá se fué, como quien siembra semillas, a regar las pastillas por todo el carro.
A la tarde se presentó en mi oficina. A su paso la gente se tapaba la nariz. El gesto de fruncir el rostro ya le era familiar al Macareno. El pobre iba dejando la estela de peste, esta vez de olor a pollo podrido con cherry (deberíamos patentizarlo). Por donde quiera que se movía, allá la peste lo seguía.
Me fué a saludar, y entonces descubrí la magnitud del problema. Se le había impregnado la peste en su ropa.
"Mi amor, APESTAS" - le dije.
"I KNOW! Y ahora, ¡¿qué hago!? - me dijo frustrado. La expresión que tenía en la cara valía un millón de pesos. "¡Todo lo que meto en el carro apesta! ¡Está cabrón! ¿Qué voy a hacer con el carro ahora?"
"Cámbialo por otro" - le sugerí.
El carro de mi esposo era un alquiler mensual de Popular Leasing. La compañía donde trabajaba se lo proveía. En teoría, lo que tenía que hacer era cambiar el carro por otro y sacarse la maldición de encima.
"No voy a devolver el carro así... Qué vergüenza..." - me dijo.
"Bueno, pues llévalo mañana a darle un champú. Esto tiene que tener alguna solución" - le dije esperanzada.
Esa noche, mi esposo estacionó el carro en la marquesina para que la peste no molestara a los vecinos. Sí, mi gente... El carro apestaba aunque estuviera herméticamente cerrado.
En la mañana nuestro dormitorio apestaba por culpa de la ropa de mi esposo. Era la peste a Pollo Podrido con Cherry©. Le tuve que designar un hamper para él solito.
Cuando mi esposo se disponía a salir para llevar el carro a lavar, abre la puerta de la cocina para entrar en la marquesina y... ¡Zas! La bofetada.
"¡Puta Madre!" - gritó mi esposo.
"¿Qué pasó ahora?" - dije yo. Entré en la marquesina y... ¡Zas! La bofetada apestosa me sorprendió a mí también. "¡Maldita sea!" - grité.
Enseguida fuí a buscar el hamper de mi esposo y lo puse en la marquesina al lado del zafacón.
"Pero, ¿qué haces?" - pregunta mi esposo confundido. "¡¿Vas a botar mi ropa?!"
"Chico, no. Estoy limitando la peste a una sóla área" - le expliqué. (¡Con Lestoil tuve que lavar la ropa después!)
Pues, se fué a llevar el carro a lavar. Se paró frente al menú y vió el lavado más completo: "Super Extra Deluxe" que incluía champú de asientos y alfombras, y además, perfumado de New Car Scent.
"¡Eso es lo que yo necesito!" - le dijo a la cajera emocionado.
(Continuará...)
En la mañana nuestro dormitorio apestaba por culpa de la ropa de mi esposo. Era la peste a Pollo Podrido con Cherry©. Le tuve que designar un hamper para él solito.
Cuando mi esposo se disponía a salir para llevar el carro a lavar, abre la puerta de la cocina para entrar en la marquesina y... ¡Zas! La bofetada.
"¡Puta Madre!" - gritó mi esposo.
"¿Qué pasó ahora?" - dije yo. Entré en la marquesina y... ¡Zas! La bofetada apestosa me sorprendió a mí también. "¡Maldita sea!" - grité.
Enseguida fuí a buscar el hamper de mi esposo y lo puse en la marquesina al lado del zafacón.
"Pero, ¿qué haces?" - pregunta mi esposo confundido. "¡¿Vas a botar mi ropa?!"
"Chico, no. Estoy limitando la peste a una sóla área" - le expliqué. (¡Con Lestoil tuve que lavar la ropa después!)
Pues, se fué a llevar el carro a lavar. Se paró frente al menú y vió el lavado más completo: "Super Extra Deluxe" que incluía champú de asientos y alfombras, y además, perfumado de New Car Scent.
"¡Eso es lo que yo necesito!" - le dijo a la cajera emocionado.
(Continuará...)
18 comentarios:
cool!! ya espero la continuacion!
Ay kalhua!! Si supieras que estoy pasando por algo asi. Tengo un animal muerto dentro de la consola del aire y todavia es la hora que no he podido sacarlo, estoy esperando que llegue el lunes para correr a alguna parte para que lo desmonten y puedan sacar a la cosa esa que se metio alli. Aun estamos tratando de descifrar que es, no se si es un raton o un lagartijo. Jajaja, lo comico es ver a todo el mundo metiendose en el carro a tratar de sacar por el olor que animal es. Y la verdad es que ni me quiero montar en el jodio carro. Muy buena la anecdota. Espero la continuacion!! Despues te digo que carajos era!
Un abrazo!
¿Por qué no tratan esparciendo el contenido de una cajita de bicarbonato de soda sobre el baúl?.
Es la misma que venden en los supermercados para los olores en la nevera.
OMG! Me muero de la risa con esta historia, pobre de tu esposo, apestoso a pollo podrido y cherry.... qué fuerte!!
No puedo esperar a saber qué pasó con la peste.
Jajajajajajaja!!! No puedo esperar a leer la proxima parte. chica, mira lo que es el Karma, por estar riendome de tu anecdota:
Ayer busque a los nenes a casa de su abuelita quien freia algo. Luego fui a buscar a Ares para ir a cenar con amistades. Tan pronto se monto en la guagua, me acuso de tirarme un peo. Me eche perfume, abrimos las ventanas... pero mi pobre guagua (NUEVA!) aun apesta a fritura podrida! De hecho, uno de nuestros amigos penso que Eros estaba caca por la peste que llevaba en la ropa. No se que hacer, esta manana la guagua todavia apestaba...
Quizas tome el consejo de C....
príncipemestizo: bienvenido. stay tuned...
mares: un lagartijo dudo que sea. esos los ve uno muertos y disecados por ahí a cada rato... suerte con eso... me dejas saber qué cosa era.
c: qué voy a tratar ahora, chico... ¡esto fué en el 2000! ya no tenemos el carro... ya verás qué fué lo que pasó...
annette: perdóname... pero es pollo podrido con cherry© (patent pending...) :oP
lyllia: trata lo que dice c. todavía estás a tiempo... ¡suerte!
Kahlúa: Sólo me imagino a tu esposo y me da lástima, bendito. Pero no puedo negar que sus comentarios me matan de la risa. Estaré pendiente al próximo episodio, jajajaja! ¡Excelente!
lo más que me gusta es
"Pollo Podrido con Cherry©", con la C de trade mark...
ah! y el comentario anterior decía algo sobre cambiarle el título a tu cuento-de-la-vida-real, porque choteaba el final de la primera parte, pero, como esta Saga continúa, pues está bien, era mi lado estrituril hablando...
ah! y otra cosa, esto me encantó: "Y allá se fué, como quien siembra semillas, a regar las pastillas por todo el carro."
Best quote ever
ay, es que me lo imaginé tirando las pastillas así en el prado de su carro apestoso, con una pava jíbara, una camisa blanca sudá y el saco de pastillas al lao tirándo pastillas como se le tira maiz a las palomas
mariposa: me alegra que te diviertan nuestras desventuras... :o)
joel: copyright ©2000. all rights reserved. ;o) no podía cambiar el título porque por años nos hemos referido al evento como "la maldición del pollo". de hecho, hace tiempo que mis amistades me pedían que escribiera acerca de "la maldición del pollo", pues así, con ese nombre, es que recuerdan ese periodo de nuestras vidas. "con una pava jíbara, una camisa blanca sudá y el saco de pastillas al lao tirando pastillas como se le tira maiz a las palomas" jajajajajaja... ¡me meo!
La proxima vez que vaya a Pep Boys voy a pedir pastillas de Pollo Podrido con Cherry©.
lol, cuando viene la tecera parte?
Good Lord Girl! Aun me revuelco de las nauseas! Pobre de tu marido. No me puedo imaginar lo que seria caminar por ahí con una peste a "Pollo Podrido con Cherry©". I hurt for him! Yo ande un par de semanas con una peste a gaslina asi que me solidarizo. I´ll be back for mor though! Lyllia: Ve a Western Auto o a Pep Boys que te venden en spray un "sanitzer" industrial como el que usan para hospitales que acaba con los microbios que provocan esas pestes insoportables. a mi me funcionó con la gasolina. Tienes que aplicarlo varias veces hasta que por fin elimina la peste. Eso si, de nada te vale si no encuentras el source de la peste. Buena Suerte!
estrambotik: eso estaría bueno para una broma... :oP esto pica y se extiende, así que pronto te complazco con la 3ra parte...
j. colón-bilbraut: ay, nena sí... bastaba con que se te parara al lado para que te dieran náuseas... y la estela se mantenía en un sólo sitio, hovering in midair, aunque él ya se hubiera ido... ugh...
Mano, ¿pero qué es esto?
Esta peste es como el lado negro de la fuerza en Star Wars.
Cuando salgan de la casa deben decir: "Que la peste te acompañe.."
JAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!!
Me imagino que en el Car Wash por el "Super Extra Deluxe" Champu te cobraron "Super Extra", por que no habia chamaco que se metiera al carro.
Jajajaja
Kahlúa,
Escribes bien...me tienes hookeao a tu novela.
Lo que dice C del baking soda brega brutal. Yo le tiro un poquito a la caja de litter de mi gato y ayuda a que no apeste.
-R
caribeña: "que la peste te acompañe"... jajajaja
noc3k: no, no soportaban ni unos segundos. el único valiente era mi esposo, que no tenía más remedio... yo creo que ya su nariz se había atrofiado y no sentía la magnitud de la peste...
alco: ¡gracias! :o)
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