12.2.06

De todo y de nada


¿Por qué un blog? Pese a varios intentos, nunca (y nunca es una palabra absoluta) he podido mantener un diario. Luego de la primera entrada, no vuelvo a escribir.

Recuerdo la primera vez que tuve un diario cuando era una pila de porra de 11 años. El diario era azul, la carátula acolchonadita, tenía un candadito y todo. Fué un regalo de cumpleaños. Mi primera entrada:

"Querido Diario:

I love Pedro. I love Pedro. I love Pedro. I love Pedro."


Pedro era mi vecinito. Estaba enchula' de ese nene... Hasta dejé de chuparme el dedo por él (sí, sí... me chupaba el dedo a los 11 años...). Creo que nunca se enteró de que me gustaba. ¿Qué será de la vida de él...? Anyway... Nunca volví a escribir. Pero me aseguré de que el candado permaneciera cerrado.

Igual me pasó la segunda vez. Como estudiante de Educación, estaba tomando un curso de Artes del Lenguaje en el que todos teníamos que dar una clase demostrativa en nuestra área de especialidad. Un estudiante de Inglés dio su clase acerca del Diario como herramienta para fomentar las destrezas de redacción. El tipo leyó selecciones de diarios que se convirtieron en excelentes piezas literarias, como "The Diary of Anne Frank", y no sé cómo lo hizo, pero nos intoxicó a todos con una atmósfera vanidosa de deseos de contar todo lo nuestro, haciéndonos fantasear con la idea de que nuestra vida es tan interesante que cuando estiremos la pata nuestro diario se convertirá en un best seller.

Y pues allá fuí yo a escribir en mi diario (en gringo y todo):

"Dear Diary:"


...y no supe por dónde empezar. Se lo achaqué a que en ese momento carecía de inspiración. Me prometí regresar a la carpeta llena de papel de argollas (era un diario improvisado) en otro momento a escribir en donde me quedé, pero no. Nunca volví.

El tercer diario en mi vida fue uno rosadito, muy femenino, cute pero bien grown-up. Recién comprometida, quería celebrar el logro de llegar al matrimonio luego de 8 años de noviazgo. Quería hablar de los preparativos de la boda, de nuestra relación, etc., y pues decidí documentarlo todo en un diario.

Mi primera entrada:

"1ro de abril, 1995

¿Por qué un diario? Por si algún día quiero recordar..."


Pero ahí quedó. No volví a entrar nada. Igual que en las otras dos ocasiones.

Bueno, cuento largo corto, me casé en junio de 1996. Y recuerdo cada instante de todo lo que pasó desde que hice esa entrada inconclusa en mi diario rosita. Por lo tanto, si quiero recordar, lo único que tengo que hacer es eso mismo: recordar. No me hace falta un diario.

Llega el internet y acto seguido los blogs. Y ahora resulta que todo el mundo es un blogger. Anyone who's anyone has a blog. Leí varios y confieso que al principio pensé que lo que movía a los bloggers era la vanidad y el exhibicionismo, pues uno puede tener un diario, pero ¿por qué hacerlo público? De hecho, la revista Glamour publicó un artículo en la edición de enero, 2006, precisamente acerca del particular: "Women who blog: Are they self-absorbed exhibitionists? Groovy free spirits? Or just plain bored?"

Obviamente sabía que por mi falta de compromiso nunca lo intentaría. Lo que haría sería perder mi tiempo, que no me sobra, haciendo esa primera entrada sólo para no regresar. Exactamente lo que estoy pensando ahora... Y lo que posiblemente está pensando, o mejor dicho, acaba de verbalizar mi adorado esposito con su body language mientras me soba la cabecita y me dice "Dito...".

Entonces, hoy salió en El Nuevo Día este artículo acerca de los blogs. Y pensé "¿Por qué no?" Vuelve a arroparme esa atmósfera... Pero, ¿qué voy a contar? Pues, es mi espacio. De todo y de nada...

A ver cómo me va en el mundo de los blogs... Al fin caí. Espero que ésta no sea la primera y última entrada.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Dito...

Anónimo dijo...

"dejame que te cuente....boricua", emulando a la gran chabuca granda y su "flor de la canela", me encanta el nombre, debi haberlo usado yo y ya te tengo envidia jajaja!

leere el articulo de glamour, no creo ser excibicionista, ni estar aburrida ni tener nada que hacer (lo de free spirit pues eso si, algo), pero si creo que sobretodo las mujeres tenemos tanto que decir. nos la pasamos de "chisme en chisme" que en realidad es un desfogo de nuestros impulsos, pms attacks, complejos y demas. conversar en mas que un pasatiempo, es como un deporte donde liberamos endorfinas para sentirnos mejor, por eso mareamos tanto a los hombres y por eso tambien necesitamos de las amigas (porque solo otra mujer aguanta hablar de todo y por largo rato). asi que benvenuti! parlare que somos todo ojos!

Anónimo dijo...

"exhibicionista"! como detesto escribir mal algo jajajaja!

Kahlúa Macarena dijo...

A ver si le añado el “boricua” también... Canta, peruana, mi son boricua: “Déjame que te cuente, boricua ay! deja que te diga morena mi pensamiento...”

AsharEdith dijo...

=0)
Estoy leyendo todo tu blog.
¿Se nota que estoy evadiendo las tareas del hogar?

Kahlúa Macarena dijo...

tengo 23 mensajes tuyos en mi inbox... sí, me dí cuenta. :oP

La-Roc dijo...

Jajjajaj!!!
Me identifiqué con eso de comenzar un diario y luego no saber .... confieso que tuve unos cuantas y ya cuando la libreta iba por la mitad o mi hermano mayor lo leía o escribía todo por claves....

Intenté comenzar un blog por varias veces.. hasta que lo logré...

Y aquí estoy a poco más de un mes sumergida en el mundo blogerir...

J O E L dijo...

oye. tu también viste ese artículo en el periódico?! jaja...

bueno, pero tu por primer post tienes un prólogo entero. Mucha gente simplemente escribe algo pa probar... como yo ja

Kahlúa Macarena dijo...

oye, verdad es...